Mi mejor concierto [Cuento corto]

Este es mi primer cuento en la pagina, Saludos gente y ojala le guste algo de mi creación.

"Mi mejor Concierto"

Es de mañana en un día como cualquier otro, pero no para ella, nunca es normal.
Al salir de la casa como siempre, no para de pensar si lo ara no podía sacárselo de la cabeza.
Al rededor de cinco minutos parada al frente de la puerta peleando consigo misma, era tonto, pero necesario, nadie, pero nadie, puede entenderla, son sus conflictos, si los explica la tratarían de tonta o se reirían, ella lo sabe, pero aun así no puede salir de esto.
Ya caminando, decide ir por otro camino, no quiere ser rutinaria, sacando su reproductor de música, decidiendo poner lo que para ella es la mejor melodía para poder despejar la mente, con la cabeza en cada nota del reproductor, hasta llegar hasta su destino.
Llevando el ritmo en sus pisadas, viéndose a si misma en un escenario con su instrumento, alegrando a su publico por su espectáculo, y llenando su cabeza de emociones por la música salida de sus manos, esas manos temblorosas e indecisas.
Sin mas ni menos, entra, otro día mas soportando a la misma gente, otro día mas mintiendo, ¡no quiero mentir mas!, sonaba y sonaba en su cabeza.
Al atardecer, después de sus labores realizadas normalmente, de camino a casa, como habito ya rutinarios saca un cigarrillo.
"La vida es como un cigarrillo", siempre lo repite en su cabeza, de apoco se consume hasta quedar tirado en el suelo como un desperdicio, hay que saber disfrutarlo, ríe cada vez que se acuerda de esas frases.
Ella no lo disfrutaba, solo era el vicio que se le pego cuando chica.
Otra noche mas, tirada en la cama, sin taparse, con las luces apagadas.
Nota tras nota resuenan en su pequeña y confusa cabeza, instalando cada vez mas.
Me da miedo, pero no lo soporto mas.
Al Despertar a mirad de la noche, llego el momento dela verdad, solo ella se entiende, solo ella entenderá el porque.
Al otro día a eso del medio día, suena y suena el teléfono en la oscura casa que cada mañana sonaban orquestas sinfónica, donde la vecina encantada siempre le pedía que si le podía tocar un poco del violín, esa canción que tanto le gusta.
Pero ella ya dio un concierto, aquella noche donde la ansiedad y la excitación llego a su clímax, dio el mejor concierto de su vida, esos donde la paz la toco, donde cada cuerda resonó llorando notas.
Al fin encontró la paz, nadie entenderá, pero ella esa noche donde las notas que ella buscaba para la paz mental, las encontró no en su violín, sino mas bien en su propio cuerpo, descubrió que tiene mejor afinación.
A los días, se le fue su mejor reconocimiento, el concierto donde ella no tocaba ningún instrumento, pero todos formales, llorando, y abrasándose, viendo como caía el telón.
Ella no pudo ver, pero fue la escena mas hermosa de ese día.