"Ojala nunca la hubiera conocido", pensó por un momento el depredador acerca de su presa. Hasta hace muy poco, jamas se hubiera permitido llegar a este punto. Su amado botin de carne palpitante y sensual se retorcia en un intento de liberarse de las garras del placer y dolor al que se la habia sometido. Su vientre calido, suave y palido era apenas percibido por la tenue luz callejera del anuncio de hotel que se asomaba por la ventana parcialmente cubierta por unas cortinas grises de polvo y de sencillo entramado. Sus brazos de su "premio" se extendian por encima de su cuerpo, alcanzando el otro lado de la cama sencilla y quedando flotando a merced de la oscuridad; sus piernas ahora se encontraban flotando del lado opuesto de la posicion de las extremidades superiores, estando parcialmente entre abiertas y cubiertas por la ligera y corta falda que vanamente la protegia; el pelo lacio, castaño y ligeramene alborotado se encontraba, junto con su cabeza, recostada en el colcha barata con los ojos cerrados y mirando en la misma direccion que sus brazos. -"No puedo hacerlo", pensó para si mismo el cazador. No puedo arriesgarme a perderla, sabe demasiado para dejarla vivir, pero es demasiado valiosa para dejarla morir.
A diferencia de otras "razas depredadoras" de la humanidad, el no podia encajar en ninguna de ellas; como hace tiempo le habian dicho sus "maestros". El era distinto, y por consiguiente, un "producto peligroso" para las relaciones de las razas; hace poco se habia dado a conocer una lista oculta de los "productos" que deberian dejar de existir, y su nombre estaba entre ellas. De pronto, un sonido ahogado y doloroso lo sacó de su inundada mente:
-Eres tu, amor? dime que podemos escapar?. Su corazon se desgarraba entre la necesidad de mantenerla con viva y la necesidad de comer.
-Aqui estoy, no nos han visto entrar, creo. -Respondió con estress en su voz y un hueco en el estomago. Tenia que hacer algo, el tiempo se agotaba para los dos. Entonces, se acercó gentilmente a su cuello, le dió un ligero beso y levantó su mirada para responderle a su "presa amada": -Pronto te salvare, solo dameun momento.
Su mente estaba confusa. Lo que los perseguia no eran oficiales de policia o un grupo religioso, ni siquiera hombres del gobierno, eran distintos, como él. ¿Que podia hacer? Sus fuerzas para seguir moviendose estaban casi agotadas, el sol no saldria hasta dentro de unas 4 horas y no lograria llegar a ellas sin "comer" algo antes. Se le habia advertido a sus padres que su nacimiento era prohibido, practicamente demoniaco. No debian estar alli de no ser por el amor ilogico. Hacia siglos que los vampiros eran "una leyenda" para los humanos, pero colaboradores muy eficientes para los "alejodemoni", una faccion horusina. A cambio de ayudarlos a mantener controlados a los humanos, evitando que sepan cosas demasiado peligrosas, se les proveeria de 100 ml de sangre horusina real a sus "investigadores vampiricos" y les mantendrian al tanto de sus operaciones. Era un caso extraordinario; los humanos eran moneda de uso corriente entre muchas razas y sus subproductos (carne, sangre, organos, hijos, almas) eran bienes apreciados. Para pagar a un vampiro standard, se necesitan de 18 humanos normales, para cada horusino, se necesitan 12 vampiros, pero, para pagar un aescripto, se necesitan sifras mas grandes, mucho mas grandes...
Cuando el sonido de una gota tocó el suelo, su mente por un momento dejo de funcionar como debiera. El dulce sonido de una gota sanguinea humana era como el sutil y fino sonido de una campanilla para el. Aun en la oscuridad vió el lugar exacto de la caida de la gota y en decimas de segundo, ya estaba agachado, con la lengua extendida a unos milimetros de ese elixir y con sus instintos preparados para comer; pero algo dentro lo detuvo, un golpe calido y ligero proveniente de su pecho: la razón y el corazón lo habian detenido el seco. Recuperó la conciencia racional y vio donde estaba: si la probaba, no habria vuelta atrás. Devoraria a su amada novia hasta no dejar mas que manchas de sangre por todo el lugar y tal vez algun dedo o mechón de pelo que se le habria escapado; la locura se poderaba de él. Se arrodilló a un lado de su amada, agarró tiernamente su mano y la cubrió con las suyas y exclamo, con las madibulas apretadas:
-¡Perdón amor, por traerte a este infierno. No queria que sufrieras asi. No esta noche!- su voz se empezó a quebrar al llegar a la palabra "infierno". Su rostro lo repostró sobre la colcha y trató de contener las lagrimas, no era digno de soltar lagrimas hipocritas. Sus manos sintieron algo extraño, no podian oler el dulce olor de florecillas campestres que siempre la rodeaban; su temperatura era tan fria como la madera del suelo y su textura se estaba tornando aspera y dura: la estaba perdiendo...
-Es.... mi cul... pa. -Dijo apenas audiblemente su moribunda presa. Sus ojos no podian ya ver mas que oscuridad, su ritmo cardiaco caia drasticamente y pulsaba erraticamente de una forma cada vez mas debil. Su corazón no se sentia roto, pero si cada segundo mas incapaz de mantenerla viva; moriría de forma inevitable, a no ser que hubiera algun modo de evitar la hemorragia de bala que la cortaba desde su cintura derecha hacia abajo de su pulmon izquierdo. El cazador, se da cuenta de que hay una forma de salvarla, una que no es grata, pero necesaria; tiene que darle su corazón y que ella lo coma.
Es un ritual practicamente canibal, pero es una forma en que los "hibrelos" pueden salvar a sus seres amados; su ascendencia vampirica les da un acceso inmediato a los sistemas vitales de a quien desean salvar, y su ascendencia horusina les permite salvar de la muerte a quien deseen o manejando el tiempo a su voluntad, a cambio de vida del ofertante. No habia otra solucion. Seria vida por vida... ¿Pero, como le podria dar su corazon, sin morir en el proceso y hacerla que lo coma, sin saber lo que es?
TO BE CONTINUED....
P.D.: Si desean saber la culminacion o el preview, anoten sus comentarios y me encargare de continuar.
Dom Oct 11, 2009 4:19 am