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 pueden los demonios amar alguna vez a los angeles

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AutorMensaje
AISHA355




Cantidad de envíos : 1
Fecha de inscripción : 13/10/2013

pueden los demonios amar alguna vez a los angeles Empty
MensajeTema: pueden los demonios amar alguna vez a los angeles   pueden los demonios amar alguna vez a los angeles Icon_minitimeDom Oct 13, 2013 10:07 pm

bueno la verdad este fic ya lo e subido pero jamas recibi ningun comentario estoy tratando de sacarle publicidad....

El viento otoñal soplaba cálidamente, mientras varias hojas de color verde, gris y rojizo desgastado viajaban por todo el horizonte debido a la fría estación; se movían de un lado a otro, inocentes e ignorantes del cruel destino que se les avecinaba. Los cálidos rayos dorados del sol bañaban los pobres arboles de la basta zona montañosa, haciéndolo lucir como un inmenso mal dorado; de momentos la velocidad del viento cambiaba, logrando con ello que las nubes color naranja y grises se precipitaran en su andar, para quien lo viera, era el paisaje mas hermoso que se pudiera pedir. Sin embargo la noche se hacia cada vez mas próxima, y la belleza que ahora reinaba se iría convirtiendo en tinieblas. Por un momento el viento se volvió feroz, arremetiendo con violencia los arboles, creando entre sus ramas sonidos escalofriantes; en el inmenso cielo azul miles de hojas se movían de un lugar a otro, como una lluvia interminable, para luego descender delicadamente, como cisnes, en el suelo. Mas sin embargo por lo bajo aun seguían siendo llevadas por las cálidas corrientes, arrastradas por el suelo, hasta morir en un mar de sangre negra; oscurecida por el tiempo. Una que otra había logrado posarse en el abdomen del cuerpo humano que reposaba inmóvil en la tierra, responsable de la sangre, sus débiles dedos, con lentitud, aun eran capaces de arañar la tierra, mantenía sus ojos entreabiertos, pudiendo observar, no tan
claramente el cielo. Su pecho se movía pausadamente, eso también lo había notado, ya no se movía tan acelerado como antes; al igual que su respiración había disminuido drásticamente, moriría, podía sentirlo. No era tan tonta como para no suponerlo, pero no era tan cobarde como para temerle; había dejado de
moverse desde hace un par de horas, desde que comprendió que esa acción era totalmente inútil, desde entonces solo se pregunto, ¿que era exactamente lo que extrañaría? Por que en ese instante miles de imágenes sangrientas, de su vida, pasaron por su mente, haciéndola estremecer. Tenía que haber algo, ¿verdad?,:tal vez si había algo, o mas bien alguien, a quien extrañaría muchísimo. Al verlo de ese modo, sintió una leve punzada de dolor en su pecho, ¿que era exactamente ese sentimiento? ¿dolor? ¿Ira, tal vez? ¿Miedo? O a lo mejor....¿tristeza, quizás?, no definitivamente no era tristeza, ella jamas sintió tal cosa por nadie, no recordaba cuando fue la ultima vez que experimento tal cosa. Por eso cada vez que ella le hacia referencia a ese patético sentimiento, profesaba con certeza que este no existía. ¿Como puede existir algo que nunca e presenciado?-le decía a modo de reclamo-. Ahora comprendía lo erróneas que eran aquellas palabras; entonces, ¿que estaba viviendo realmente? Tal vez todo fuera producto de un
mal sueño. Un mal sueño que la hacía ver cosas que no quería, solo para hacerla dudar. Era el producto de una mente con miedo a perder lo que más quería. Podía ser la vida, la voluntad, los amigos o -fue la peor conclusión de todas- la familia que apenas estaba disfrutando. Eran los más profundos temores materializados en sangrientas visiones, las de una persona que se cree incapaz de lograr proteger lo que más valoraba.

Pero entonces comprendió que no era nada de esas estupideces lo que hacían que su corazón se contrajera, era la rabia, la ira que la dominaba al sentir que no pudo proteger eso que tanto quería; se lo había prometido, y le había fallado. Un suspiro sordo, que mas bien parecían quejidos, salio de sus labios manchados y entreabiertos; odiaba ese maldito olor, lo odiaba mas que otra cosa, era por esa razón que en cada una de sus misiones había sido lo bastante cuidadosa de no derramar mucha sangre, por que aun estando tibia odio el aroma que desprendía. Por eso estando su cuerpo en semejante posición y hedor era algo que no podía soportar; por un instante quiso reírse, al darse cuenta que aun podía sentir la
sangre salir de su cuerpo, pero no había dolor, no había nada; mantuvo sus ojos cerrados, moviéndolos de un lado a otro, al fin de cuenta esa era la única acción que aun podía realizar con total precisión. El viento movía las hebras de su cabello que no se encontraban teñidas por la sangre, o las que simplemente no se
encontraban adheridas a su cuerpo, el sonido de uno que otro grillo la alerto e intento abrir sus ojos achocolatados, su vista era muy borrosa, aunque aun podía distinguir la blanca luna que ahora estaba en el cielo y una que otra estrella adornar el firmamento; un atisbo de sorpresa domino su rostro, desapareciendo a la milésima de segundo después, por lo visto ya era de noche, no se había fijado en ese hecho hasta ahora. ¿Cuantas horas habrían pasado?, no lo sabia; lo único que tenia claro era que quería venganza, quería matar a esos bastardos de la forma mas dolorosa, lenta y cruelmente posible, ¡oh si!, eso seria muy gratificante-pensó- mientras una media sonrisa se cruzo por sus labios, revelando su dientes manchados de sangre. A simple vista se podía observar que era una mujer muy hermosa, de cuerpo exuberante, prominentes pechos y lineas femeninas muy bien definidas; su largo cabello negro se encontraba esparcido por todo el suelo, ahora manchado y algo sucio. Poseía unos ojos pequeños y delineados que obsequiaban una mirada fiera y desafiante, su labios eran gruesos y carnosos-aunque ahora teñidos por varios hilos de sangre que se deslizaban por su cuello hasta su garganta; formando en el hueco de su garganta un pequeño lago de sangre negruzca-. En definitiva era una mujer muy hermosa y al mismo tiempo escondía tras esa belleza inigualable a una cruel y despiadada asesina de sangre fría.

Mientras las horas transcurrían y su agonía era cada vez menor, pensaba en cada suceso del día, en cada mirada de felicidad, cada sonrisa y cada alago que ́ ́ELLA ́ ́ le había dado; trato inútilmente de reírse de si misma, de por un momento verse a si misma en esa situación, apuntarse y decirse ́ ́TE LO DIJE ́ ́, pero eso seria imposible. Claro algo que había comprendido durante todos sus años como una APM-Angel Portador de Muerte- era que nada era imposible. Entonces que le impedía venderle -nuevamente- su alma al diablo, por que si con eso lograba volver a verla lo haría sin pensarlo dos veces; pero se engañaba, era
egoísta, por su mente jamas paso la imagen de ella, si no la de la placentera satisfacción que sentiría cuando lograra vengarse; no podía engañarse ni engañar a nadie, su alma nunca le perteneció, ya la había vendido desde el momento en que sus manos acabaron con la vida de alguien mas, desde que su corazón sintió la adrenalina de tener la vida de un ser humano a su merced, desde que disfruto al ver el destello de vida apagándose de los ojos de otra persona. Pero entonces la conoció a ella, y comprendió que no estaba sola y que jamas lo estaría; y desde entonces se engaño y la engaño a ella, afirmándole que jamas la abandonaría, que nada malo le sucedería mientras ella estuviera bajo su cuidado y le aseguro con todas las fuerzas de su corazón que su alma solo era de ella y ni la misma muerte lograría separarlas. Si, le había mentido y ¿que? Que había de malo querer ser feliz, después de todo siempre creyó que eso a lo que llamaban amor había desaparecido con la muerte de toda su familia; y solo hasta entonces comprendió que un APM no podía ser feliz lejos de la muerte y que la muerte no podría ser feliz
lejos de ella; era por eso que desecharía esas emociones estúpidas, se desharía de su corazón y de su alma y dejaría su cuerpo vacío; eso era lo que tenia que hacer para conseguir venganza, y lo tendría así muriera en el proceso.

Pero entonces, justo en ese preciso momento, en el que sintió que su vida se acababa percibió algo que la asusto a tal extremo que cada fibra de su cuerpo le indicaba que corría peligro; los ruidos de los animales y el zumbido del viento se detuvieron precipitadamente, tomándola de improviso y alertándola de que lo
peor aun estaba por venir. Su rostro difícilmente logro girarse hacia la derecha, de donde ciertos sonidos muy parecidos a risas chillonas la atrajo, confirmando su sospecha de que ya no estaba sola.

*Oh si, mi querida y diabólica niñita, se cual es el sangriento deseo, que guarda tan celosamente tu corazón- era una voz aguda y algo gélida, podía notarse perfectamente en el timbre de su voz la excitación que corría por sus venas; mientras que el correr de su cuerpo ligero hacia estremecer los arbusto- puedo darte todo lo que desees, si, y solo si, me entregas tu cuerpo...-se detuvo y sin poder evitarlo varias risas se le escaparon- y yo a cambio te daré el poder para complacer los deseos de tus mas oscuras ambiciones- hubo un momento de extenuante silencio, en el cual la criatura tomo esto como un si y saliendo de entre los arboles arremetió con violencia contra el cuerpo moribundo-.

Podía sentirlo, era la sensación mas jodidamente dolorosa de toda su vida; y mientras se introducía con lentitud por su garganta podía sentir como un fuego abrazador se apoderaba de su cuerpo. Trataba de moverse pero mientras mas lo hacia mas daño se causaba, un brillo anaranjado comenzó a subir por su pecho, revelando la llegada de el invasor a su interior, luego subió por su garganta hasta que por fin puedo abrirse paso por su boca, quemando en el proceso la sedosa piel femenina. Si, no había ninguna duda, lo que sea que momentos atrás la asechaba, se encontraba en su interior; podía sentir cada maldita cosa, y mientras mas se introducía mas dolor le causaba. Sus dedos intentaban desesperados calmar el dolor, y aunque no podía hablar lo único que su mente en trance se repetía era
́ ́QUE ACABE EL DOLOR, MALDITA SEA, QUE ACABE ESTE DOLOR ́ ́: siempre fue una mujer fuerte, pero tenia que admitir que este dolor no se comparaba a nada que hubiera sentido antes, era como ser destrozada por dentro. Un escalofriante grito de dolor inundo los rincones de toda la zona; mientras que su
espalda destrozada se hincaba debido al intenso dolor; su mirada, contraída y roja por la presión, estaba fija en el cielo azulado. Mientras era llevada el infierno de la forma mas dolorosa, pudo ver con horror como aquel cielo azulado se tornaba rojo carmesí. Oh, pero no era producido por que su cuerpo fuera literalmente transportado hacia la 5 paila del infierno; si no, por que lágrimas rojas brotaban de sus ojos abiertos. Pudo presenciar con horror, como un cielo azul, junto a la enorme luna blanca desaparecían; dejando solo una enorme mancha roja.


bueno esto es todo....por ahora...espero no sea demasiado lagro, les guste y me den su opinion, no soy rencorosa así que acepto de todo. hasta tomatazos jejejeje
Razz 
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